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Itinerario|La ciudad|Historia, fiestas y tradiciones|Infraestructuras|El Saladar de Jávea

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Para comenzar nuestro itinerario nos desplazaremos hasta la zona del Parador Nacional, pudiendo dejar el vehículo en una amplia zona colindante. Desde este punto podremos recorrer la línea de costa sin problemas en dirección al Cabo de San Martín. Sólo con asomarnos a la playa de roca comenzaremos a ver restos arqueológicos de gran valor que correspondieron antiguamente a un importante asentamiento romano conocido con el nombre de Punta del Arenal.

Todos estos restos aportan valiosa información sobre la fabricación de salazones y salsas de pescado o “garum” que tuvo lugar en esta zona. Si seguimos bordeando el parador, llegaremos hasta unas balsas (recinto cerrado al público) excavadas en la roca y que se comunican con el mar por dos canales, no muy anchos, que podremos franquear sin dificultad alguna para seguir nuestro camino. Estas balsas se conocen con el nombre de los Baños de la Reina. En esta zona se descubrieron las trece balsas de pequeño tamaño comentadas anteriormente, donde se fabricaba además el apreciado “garum” junto con otras salsas, envasándose posteriormente en las típicas ánforas romanas que se cargaban en barcos de forma apilada para su comercio y distribución. Este garum era elaborado a partir de lechaza, sangre y huevos de pescado, macerándolo con sal, dando un producto muy arraigado y de valor similar al que posee en la actualidad el conocido caviar.

Al final de este recorrido llegaremos a la playa del Arenal, la más famosa de la localidad y con mayor número de turistas, en parte debido a ser la única de arena pues todas las demás son de grava o roca. Aquí termina la primera parte de nuestro recorrido.

A partir de este lugar, volvemos al punto de partida y nos desplazaremos siguiendo la línea de costa en dirección al Cabo de San Martín por la Avenida de Ultramar hasta la llamada Acequia de la Noria, que se nos abre a izquierda y derecha. Esta antigua acequia es un largo canal de unos 200 metros de longitud que recorreremos en dos tramos. El primero, en dirección al mar, donde existe un pequeño camino entre rocas con puentes de madera para cruzar la acequia en diferentes puntos. Se cree que fue excavada para comunicar el mar con la conocida zona de El Saladar, situada más al interior y lugar donde se ubicaban las supuestas antiguas balsas salineras. Para ver esta zona, debemos retroceder hasta el punto inicial, cruzando la calle y seguir el curso de esta bonita acequia tallada en duna fósil hasta el final. Tras un breve recorrido, llegaremos a la zona de saladar comentada anteriormente. Como se ha dicho antes, seguramente esta actividad salinera estaba relacionada con la factoría romana de salazones de la Punta del Arenal, ya que la sal era necesaria para realizar el salado de los diferentes tipos de pescado.