Senderos de la Sal - Guía de Itinerarios por las Salinas de la Provincia de AlicanteSenderos de la Sal - Guía de Itinerarios por las Salinas de la Provincia de Alicante
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Itinerario|La ciudad|Historia, fiestas y tradiciones|Infraestructuras|Los Saleros de Villena

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Una vez visitada la Laguna de Salinas llegamos a nuestra última parada: los Saleros de Villena. Para realizar este recorrido, en caso de llegar a Villena por la autovía A-31, debemos abandonarla por la salida “Villena-Biar” y seguir en dirección Ibi/Biar. Una vez en la localidad villenense debemos tomar dirección a Yecla (CV-81) para desviarnos más tarde en dirección Caudete (CV-809), puesto que así llegaremos sin dificultad a la zona de los saleros a visitar. Seguiremos en esta dirección hasta encontrar una indicación, después de las Casas de Menor, que nos indica la entrada a la izquierda hacia el Salero Viejo. La primera parada de la ruta la realizaremos justo antes de la entrada al Salero Viejo, donde encontramos a la izquierda un camino sin asfaltar que se dirige a un bosquecillo de tarays, el cual se distingue claramente un poco más lejos.

Allí podemos aparcar y pasear por las inmediaciones, conociendo los terrenos de saladar, disfrutando de una bella panorámica de la zona y comenzar este recorrido con unas bonitas vistas del primer salero villenense, el Salero Viejo. Si se quiere, se puede dar un breve paseo por la explotación, eso sí, sin causar ninguna molestia al personal o a los trabajos del mismo. Abandonaremos la zona y nos reincorporaremos a la carretera anterior, siguiendo hacia adelante. Poco más tarde llegaremos a la explotación salinera de Salero Nuevo. Justo antes de la entrada cruzamos por encima de la Acequia del Rey, cuya función ha sido comentada anteriormente.

En este punto, a la derecha, podemos visitar el Puente de los Espejos, que cruza dicha acequia y era paso obligado antiguamente para llegar a Yecla o Caudete. Este Puente de los Espejos o de los Cristales, debe su nombre a que los viajeros que pasaban por allí se veían reflejados en las claras y cristalinas aguas de la acequia, aunque también hay quien dice que su nombre era debido al gran número de formaciones cristalinas que existen en el suelo y que reflejaban la luz del sol. Merece la pena acercarse a esta construcción, parte importantes, de la historia de Villena. Si estamos realizando el recorrido en bicicleta, existe una opción menos transitada partiendo de este punto, que explicaremos al final de este apartado.

Para los que recorran la ruta en automóvil, una vez realizada la visita a este monumental Puente de los Espejos, cruzaremos las instalaciones del Salero Nuevo, donde podemos parar a ver esta segunda explotación en activo, sin causar molestias en el desarrollo de los trabajos que allí tienen lugar para, posteriormente, seguir la misma carretera hasta un cruce, donde tomaremos el desvío a la izquierda. Al llegar de nuevo a la carretera en dirección a Yecla, entre vides y manzanos, la cruzaremos y seguiremos recto en dirección a Las Virtudes, donde se encuentra su conocido santuario. En los alrededores de la misma existe un parque con arboleda donde descansar y tomar un tentempié. En este tranquilo lugar encontramos zonas de juegos para niños, papeleras, mesas-banco, fuentes y dos bares.

Una vez descansados podemos visitar el Santuario de Nuestra Señora de las Virtudes y recorrer el claustro del mismo. Para la visita a nuestro último salero debemos de emprender viaje pasando por delante del Santuario y siguiendo siempre por esta carretera llegaremos a un punto donde se indica el comienzo del Itinerario Ambiental Miramontes y la entrada al Salero Penalva, a la derecha. Un valor añadido a este punto es que podemos realizar este itinerario Miramontes siguiendo las indicaciones de dirección y conociendo un poco más sobre la flora y fauna del lugar mediante carteles informativos dispuestos a tal efecto. Desde lo alto de este paraje se pueden observar las balsas de nuestro último salero del recorrido. Desde aquí podemos bajar hasta la zona de balsas, donde también en la actualidad se recolecta la sal, y dar un pequeño paseo por los alrededores, como siempre sin causar ningún tipo de molestia ni afectar al trabajo que allí se realiza. Para terminar llegaremos a Villena siguiendo por la misma carretera por donde hemos venido. En el caso de ir en bicicleta a lo largo de todo este recorrido no encontraremos dificultad alguna, existiendo dos tipos de variantes o posibilidades: la primera, a la llegada al Salero Nuevo, tomar a la izquierda la Acequia del Rey hasta llegar a la zona del itinerario Miramontes y el Salero Penalva, y desde allí tomar bien dirección a Villena por el carril bici existente (izquierda) y terminar el recorrido; o bien dirección a Las Virtudes y visitar el santuario (derecha), volviendo a Villena deshaciendo el trozo de ruta realizado a lo largo de dicho carril bici. La segunda, recorrer toda la ruta tal cual se explica en este libro, realizando un recorrido completo circular.

Con esto, llega aquí el final de nuestro Senderos de la Sal a lo largo y ancho de nuestra provincia. Con esta publicación esperamos, por una parte, haber servido para acercar un poco más algunos de los pequeños tesoros relacionados con la actividad salinera y por otra, haber puesto en mano del lector la posibilidad de conocer anécdotas, usos y un pedazo importante de la historia de la sal, la historia de Alicante, nuestra historia.