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Senderos / Jávea / Historia, fiestas y tradiciones
   
Itinerario|La ciudad|Historia, fiestas y tradiciones|Infraestructuras|El Saladar de Jávea

Historia

Jávea ha sido a lo largo de la historia un lugar anhelado por todos los pueblos colonizadores que por mar llegaron a este enclave levantino del litoral, tanto por su clima como por su localización geográfica. Toda su historia antigua ha podido ser estudiada gracias a los restos e improntas que todas estas antiguas civilizaciones fueron dejando con el pasar de los tiempos.

Los importantes yacimientos arqueológicos encontrados en sus alrededores son de naturaleza romana y musulmán, aunque se tiene constancia de la existencia de asentamientos ya en el Paleolítico superior, de los cuales han sido encontrados testimonios de hace 16.000 años, los más antiguos en la conocida Cueva del Montgó. En esta importante cueva han aparecido cerámicas e indicios de la existencia de animales domesticados ya en el Neolítico. En el Cap Prim, por ejemplo, se han encontrado también importantes restos metalúrgicos de la Edad del Bronce que van a ser estudiados próximamente. Pero la verdadera joya arqueológica, el importantísimo Tesoro Ibérico de Jávea, fue encontrado de forma casual en la zona donde se sitúa en la actualidad el campo de golf, dentro de una vasija de cerámica. En él destaca una diadema de oro de casi kilo y medio de peso, datada entre los siglos III y II a.C. Por otra parte, comentar que desde siempre el trabajo agrícola ha sido la actividad principal de sus habitantes, sobre todo el cultivo de la vid, cuyo vino era transportado en ánforas vinarias a lugares lejanos sobre todo en tiempos romanos (los yacimientos situados en la Punta del Arenal, la Duana y la isla del Portitxol lo certifican). La importante huella histórica dejada en los tiempos de la ocupación musulmana ha llegado también hasta la actualidad con hallazgos importantes como los localizados en la Cueva Tallada o La Vall, siendo catorce los yacimientos conocidos hoy en día que datan de esta etapa histórica. Gracias al hallazgo de unas citas de los siglos XII y XIII sabemos que, ya en aquel tiempo, el impresionante Montgó era admirado por todos, pues en ellas se hablaba de una montaña denominada Qa un. Todos estos ejemplos son sólo una muestra del valor de los yacimientos encontrados, la riqueza de los mismos y la prueba irrefutable de que esta zona siempre ha estado ligada al hombre y a su evolución. Según los archivos, en la época medieval se comenzó con la repoblación de todas estas tierras, ya que poco a poco se habían ido despoblando por las constantes amenazas de ataques moriscos, situándose los repobladores cristianos en el terreno de la actual Jávea y los pobladores musulmanes dispersos por los alrededores. Los mares eran surcados por galeras que vigilaban el litoral y se encargaban de viajar a costas africanas para dejar allí a todos los habitantes islamizados. A su vez, se fueron construyendo torres de vigilancia, castillos y diferentes fortificaciones defensivas. Desde siempre, se sabe que Jávea había dependido de su vecina localidad de Dénia, pero esta situación comenzó a cambiar cuando en 1323 el infante Pere de Ribagorça devuelve a su padre, Pedro “El Ceremonioso”, la villa de Crevillent a cambio de recibir Jávea y Dénia. Poco después, éste crea el condado de Dénia para Alfonso de Aragón y posteriormente en 1396 Jávea obtiene su término municipal independiente. El rey Felipe III de Castilla concedió a la localidad el esperado y merecido título de Villa allá por 1612, llegando posteriormente monjes franciscanos que levantaron un convento para atender las necesidades religiosas de todos los habitantes. A lo largo de la historia han sido muchos los conflictos mantenidos con Dénia, sobre todo en cuanto a términos municipales, aunque esto no ha evitado que Jávea se desarrollara rápidamente gracias a la explotación y comercio de la pasa y a la construcción de grandes edificaciones y tradicionales riu-raus en las áreas de campo.

Fiestas

Muchas de las costumbres y fiestas que se celebran en este municipio son originarias de los pueblos que aquí de asentaron en épocas pasadas y dejaron su cultura y tradiciones muy arraigadas en la población local. Así pues, cada año se abre el calendario festivo de Jávea con el Carnaval y “L’Enfarinà”. En el mes de marzo destacan las populares vaquillas y ya en el mes de junio encontramos el culto al fuego con los famosos “Fuegos de San Juan”, pequeñas hogueras que los jóvenes de la localidad saltan portando guirnaldas y adornos de flores la noche del 23 de junio. Se concluyen estas fiestas el día de San Juan, donde las esculturas de cartón-piedra que llenaban las calles serán devoradas por las llamas, en recuerdo de la antigua tradición de quemar todo lo viejo de la casa esa mágica noche, purificando así cuerpo y alma antes del verano. Los meses de verano se encuentran repletos de fiestas de gran raigambre en este municipio. Es aquí cuando Jávea se engalana para celebrar la festividad de la Virgen del Carmen en el mes de julio, o ya en agosto, las fiestas en honor a la Virgen de Loreto, cuyo eje principal es la Parroquia de Duanes de la Mar, de arquitectura singular, y donde son protagonistas los conocidos “Bous a la mar” celebrados en el puerto con la asistencia tanto de público local, como de otros municipios cercanos. Por último cabe destacar que el tercer domingo de Cuaresma se realiza el traslado de la imagen de Jesús de Nazaret desde la Ermita del Calvario hasta la Iglesia de San Bartolomé, uno de los templos más bellos de la localidad, en una emotiva procesión. Posteriormente, el 3 de mayo, la imagen vuelve a de nuevo a la Ermita del Calvario.

Gastronomía tradicional

La gastronomía es también uno de los grandes atractivos turísticos de este privilegiado municipio de sol y playa. Jávea posee un gran número de restaurantes de distinta índole donde podremos degustar desde comida internacional hasta mediterránea y autóctona, desde el casco antiguo al paseo del Arenal. En la zona del puerto existen infinidad de bares, restaurantes etc., que nos ofrecen gran variedad de tapas típicas y mariscos. Uno de los platos fuertes son los diferentes tipos de arroces entre los que destacamos el arroz a la marinera, con costra, a banda o al horno. El pescado, de excelente calidad y obtenido diariamente gracias su numerosa y moderna flota pesquera, es otra de las posibilidades gastronómicas con la que elaborar esmerados platos como el “suc roig”, el “cruet de peix” o el sabroso pescadito frito, aparte de salazones cuya tradicional elaboración se remonta a tiempos inmemoriales. Pero uno de los productos que más fama da a Jávea son los erizos de mar, comidos crudos y considerados los mejores del litoral. Para acompañar toda comida encontramos vinos de gran calidad elaborados de generación en generación aprovechando el clima del que se goza en este municipio a lo largo de todo el año. Y como postres, todos elaborados con productos de esta tierra, destacar los pasteles de boniato, los de almendra y los buñuelos de calabaza, acompañados de una buena mistela o bebidas granizadas como la horchata o el agua limón.