Senderos de la Sal - Guía de Itinerarios por las Salinas de la Provincia de AlicanteSenderos de la Sal - Guía de Itinerarios por las Salinas de la Provincia de Alicante
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Con esta marcha se llegó hasta el mar para recoger un poco de sal de forma simbólica. También su escasez contribuyó por otro lado al derrumbamiento del sur en la Guerra Civil estadounidense. Por otro lado y a destacar, encontramos que la exportación de la sal y su comercio dio lugar a interesantes obras de arquitectura, joyas de nuestra historia y claras referencias en nuestros callejeros, como es el caso de La Casa del Rey o Alfolí de la Sal, en Alicante, situada a la orilla del mar y destinada a almacenar la sal procedente de las Salinas de la Mata-Torrevieja. Como hemos visto a lo largo de este breve repaso, la sal ha tenido un peso e influencia importante a lo largo de la historia, así como en las relaciones de comercio y consumo de todos los pueblos, en cualquier rincón del planeta. Son muchos los usos que el ser humano hace de este elemento: Salar la carne o el pescado era y es una medida para evitar el crecimiento de bacterias perjudiciales para nuestra salud. Además, en la actualidad, por este método de conservación son producidos exquisitos manjares para el paladar, como por ejemplo el bacalao salado o el típico y conocido jamón serrano. Desde siempre la sal se ha usado como conservante de los productos procedentes de la matanza y del pescado, para elaborar embutidos, en la fabricación de quesos, etc… Para bien o desgracia, esta industria salinera ya no es tan necesaria como antes.

Ni que decir tiene la importancia de su uso culinario, puesto que la sal es uno de los pilares básicos en la cocina de cualquier cultura, ya que es mundialmente usada como condimento. En nuestra provincia, el pescado, el arroz y la sal son los ingredientes esenciales en la cocina. Encontramos gran variedad de salazones, como mojama y huevas de bacalao o de mújol, o buen pescado como por ejemplo doradas, de las que la sal ha hecho un plato exquisito, las famosas: “doradas a la sal”. Comentar que no fue hasta el siglo XIX cuando comenzó a ser utilizada en la industria. Hoy en día una gran cantidad de ésta va destinada a la alimentación animal, donde por ejemplo cabe decir que una vaca lechera puede llegar a consumir hasta 80 gramos de sal diarios. La industria farmacéutica con la fabricación de sueros para hemodiálisis, la cosmética, la peletera para el curtido de las pieles o la industria química, (principal consumidora de sal a nivel mundial para la fabricación de ácido clorhídrico, sosa cáustica, plásticos o PVC), son otros de los destinos de este elemento.
Otros usos de este blanco elemento son:
• En cocina, además de condimento como ya hemos visto, es muy utilizada para quitar amargor, evitar que se quemen asados, limpiar marisco, etc.
• En casos de nevada, es comúnmente usada para disolver las grandes cantidades de nieve que quedan depositadas en el firme de las carreteras, caminos vecinales, etc.
• Para el tratamiento de maderas a la hora de evitar posteriores ataques por polillas, hongos, etc.
• Para abono y como herbicida.

Campo aparte lo constituye el uso en medicina natural que hace de este producto uno de los más universalmente utilizados. Para inflamaciones de garganta o boca, para la congestión nasal, como tonificante para la fatiga, hemorroides, golpes o contusiones. Por todo ello, por su cotidianeidad, la sal ha sido y es fuente de numerosos dichos populares y refranes como el “Negar la sal y el agua a alguien”, o “Al hablar como al guisar, su granito de sal”.

Uno de los aspectos más interesantes de la historia de la denominada “mágica arena blanca” según la llamaban los indios norteamericanos, es que ha jugado y juega un papel importante dentro de las supersticiones y malos augurios de muchos pueblos (en Colombia, en el Valle de Cauca, se usa para significar mala suerte), de ahí que muchas personas creen que derramar este elemento implica tener mala suerte durante bastante tiempo. Pero este hecho no debe preocuparnos demasiado, pues contamos con un eficaz antídoto para contrarrestar este mal augurio: echar un poco de sal por encima del hombro. En la Antigüedad era símbolo de hospitalidad, por lo que junto con pan se daba a los huéspedes; los mozárabes distribuían sal encima del lecho de los recién casados y en los sepulcros antes de depositar a los difuntos; los alquimistas la consideraban como el quinto elemento, junto con el agua, el fuego, la tierra y el aire. Por otra parte, en muchos lugares y civilizaciones es fuente de protección contra las enfermedades y el infortunio: humedecer la piel, cubrirla de sal y frotar durante un día, tres, cinco, siete o nueve, en función del grado del problema, ayuda a liberarnos de las penas, amarguras… Incluso es posible que la parte simbólica que tiene en la actualidad, y de la cual participan muchas religiones, pueda provenir del antiguo conocimiento de sus propiedades. Sabemos que su protagonismo a lo largo de la historia le ha conferido un carácter casi sagrado y ciertamente cargado de simbolismo.

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