Presentación / Historia de la sal    Pág. 01 | 02 | 03 | 04
   
Dejando de un lado la historia de este país desde el punto de vista económico, destacar que al igual que pasara con el aceite de oliva, el vinagre o el pan, actualmente ya no existen únicamente la sal de mesa y la sal de cocina, la sal blanca como la nieve y fina y suelta como la arena… En la actualidad, se nos sorprende con sal en forma de cristales, copos o flores, y con gran variedad de colores como gris, rosa, azul o blanco. Su origen es diverso: procede de desiertos, de lagos, de las zonas costeras, de minas o de zonas de montaña prácticamente inaccesibles… de Inglaterra, de España, de la Camarga francesa, de Portugal, de Australia… e incluso la hay del Himalaya. Ésta, es la última sal de diseño que ha aparecido en el mercado, L’Himalayen, que se vende con un cuaderno de viaje y es considerada la sal más rica energéticamente del mundo aunque llama poderosamente la atención por su tonalidad rosa-anaranjada. Conocida por su precio prohibitivo es la sal Oshima Island Blue Label, la cual solo se puede comprar si pertenecemos a un selecto club y tras un largo tiempo de espera… En Francia encontramos la sal de Guèrande, considerada la mejor de nuestro país vecino por su excelente sabor y reconocida por sus gruesos cristales y coloración grisácea. Muy lejos de aquí, en la India, encontramos la sal negra, en este caso poco refinada. Para conocer la importancia de este elemento vamos a recorrer brevemente la historia de la Humanidad, adentrándonos en el conocimiento que desde siempre ha tenido el hombre de la misma.

Sabemos que es el condimento más antiguo jamás utilizado por el ser humano, marcando claramente el desarrollo de la historia, ya que a lo largo de ella vemos como no se ha limitado a ser simplemente un aderezo de cocina, sino que ha venido ocupando un importante papel en la vida del ser humano. Actualmente tenemos pruebas de que ya en la antigüedad, la ubicación de los yacimientos de sal tuvo especial importancia en la situación de los asentamientos humanos, pues nuestros antepasados ya conocían su capacidad para conservar alimentos, aspecto de vital importancia en aquellos tiempos tan remotos. Tanto los chinos como los egipcios intentaron precisar el tiempo y lugar en que se descubrió la sal, pero como su uso se remontaba a tiempos tan lejanos, no tuvieron éxito alguno en esta tarea. En la actualidad no sabemos cómo fue descubierta por el hombre: algunos defienden que se descubrió sobre unas malezas que flotaban sobre el agua del mar; otros afirman que se encontró primero en forma de sal de roca; pero la teoría más generalizada es que la primera sal que se encontró estaba en depósitos dejados por la evaporación del agua marina. Existen estudiosos del tema que atribuyen el descubrimiento de esta roca comestible a la milenaria cultura china, y que haciendo honor a su instinto comercial, fueron ellos mismos los que se dieron cuenta de que todo el mundo necesitaba consumirla, creando impuestos gracias a los cuales obtuvieron unos grandes beneficios. Para hacernos una idea de la importancia y antigüedad en el uso de este elemento decir que la primera mención escrita referente a la sal se localiza en China, allá por el 2.700 a.C. Era el Peng-Tzao-Kan-Mu, el primer tratado de farmacología conocido, y en el que gran parte estaba dedicado a discutir sobre más de 40 clases de sal, incluyendo la descripción de dos métodos de extracción y puesta en uso, bastante similares a los que se utilizan hoy en día. Poco a poco se fueron creando diferentes rutas de la sal dedicadas a su comercio. Sabemos que en la antigüedad, navegaban grandes navíos cargados con sal procedente de Egipto y Grecia, surcando las aguas del Mediterráneo y el Egeo. De todos los caminos que conducían a Roma, el más transitado era la Vía Salaria o Ruta de la Sal, por donde los mercaderes regresaban de las minas de sal de Ostia, hacia Roma. Conocido por todos es que el elevado valor tanto económico como social de este producto dio pie a múltiples guerras para controlar tanto los depósitos como los mercados de sal, y que incluso hubo tratados ya en la Antigua Grecia que incluían intercambios de sal por esclavos. Destacar en este sentido que el término “salario”, tan conocido y utilizado en la actualidad, proviene de aquel “Salarium argentum”, cantidad especial de sal dada a los legionarios romanos como modo de pago por sus servicios.

Son muchos los países cuya historia está vinculada a la sal: la producción inglesa está ligada a la historia del Reino Unido y de las Indias Británicas. Otro caso es la sílaba “Tuz” del nombre Tuzla, ciudad de Bosnia Herzegovina a 80 kilómetros de Sarajevo. Esta es la palabra turca para “sal” y sus minas han sido explotadas desde antes de los tiempos de la Edad Media. El mismo origen tiene el nombre de la ciudad austríaca de Salzburg y además al otro lado del mundo encontramos Sal, nombre de la principal isla turística de Cabo Verde. En América del Sur, la región productora de sal de Bolivia donde hasta el siglo XIX se cobraba un impuesto para la misma, se ha convertido en una atracción turística. La actividad principal de los habitantes del pueblo de Colchani es en la actualidad la extracción de sal en el Salar de Uyuni, considerado una de las maravillas naturales del Planeta. La falta de recursos de esta población dio lugar a la explotación turística de la zona, donde la visita a la Isla de Pescado, perdida en un mar de sal blanco y brillante, es la atracción más importante. En Francia, la abolición del impuesto de la sal fue una de las primeras medidas llevadas a cabo durante la Revolución Francesa. En Polonia, generaciones de mineros han hecho de las minas de sal de Wieliczka, a unos 10 kilómetros de Cracovia, un verdadero tesoro nacional. Declaradas Patrimonio de la Humanidad, llegan hasta unos 300 metros de profundidad y llevan en activo más de 700 años. Al recorrer sus pasillos podemos admirar espectaculares formaciones naturales, lagos subterráneos e incluso capillas construidas por los mineros y donde destaca la erigida en honor a Santa Kinga. Recordar por otra parte, que la sal también ha sido el centro de conflictos entre países, como por ejemplo el caso de la India, donde tuvo un importante papel en la resistencia contra la dominación colonial británica de Mahatma Ghandi. Este líder pacifista indio luchó con la conocida “marcha de la sal”, exigiendo el derecho a su recogida como método para desafiar al monopolio que los británicos tenían sobre ella, además de oponerse a las tasas que la gravaban.