Senderos Geológicos - Guía de Lugares de interés geológico de la Provincia de AlicanteSenderos Geológicos - Guía de Lugares de interés geológico de la Provincia de Alicante

Geología de la provincia de Alicante


Historia geológica

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Introducción
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Alicante en la Cordillera Bética
Relieve actual

La formación de la Cordillera bética (entre 70 millones de años y la actualidad)


Figura 8
La aproximación de África, el Continente Mesomediterráneo y Eurasia Hace aproximadamente 70 millones de años se produjo un cambio muy significativo en el movimiento de las placas litosféricas de nuestro Planeta. África, que hasta entonces se estaba separando de Eurasia, comenzó a desplazarse hacia el norte. O lo que es lo mismo, África comenzó a acercarse a Eurasia y también a Iberia (figura 8). Como consecuencia de todo esto, el mar de Tethys que separaba ambos continentes comenzó a cerrarse lentamente. El acercamiento entre África y Eurasia provocó además que el continente Mesomediterráneo, situado entre ambas, fuera expulsado lateralmente hacia el oeste (figura 8).

En un determinado momento del proceso que acabamos de describir, las rocas del fondo oceánico se hundieron debajo de los continentes, a favor de lo que se conoce en Geología como zona de subducción (figura 9). En las zonas de subducción las rocas son sometidas a un incremento de presión y temperatura, que provoca su transformación por un proceso conocido como metamorfismo. En una de esas zonas de subducción se hundieron también las rocas que constituían las zonas costeras del Bloque Mesomediterráneo, ya que éste se desplazaba hacia el oeste. Esto hizo que las rocas sedimentarias se transformaran en rocas metamórficas. Algunas de estas rocas metamórficas las podemos observar actualmente formando las sierras de Orihuela y Callosa.

Figura 9. Corte esquemático que representa como hace unos 50 millones de años Iberia se introducía bajo el Continente Mesomediterráneo, proceso que recibe el nombre de subducción. En este esquema se representa como durante la subducción las actuales rocas de las sierras de Orihuela y de Callosa de Segura alcanzaron gran profundidad (unos 30 kilómetros), por lo que sufrieron grandes presiones (de hasta 9 kilobares) y temperaturas (360ºC). Esto hizo que las rocas sedimentarias originales se transformaran en rocas metamórficas. Por eso, las rocas carbonatadas que vemos en las Sierras de Callosa y Orihuela tienen un aspecto diferente a las rocas carbonatadas que hay en la mitad norte de la provincia.

¿Mármoles o calizas y dolomías? Se tiene constancia de que las rocas de la sierra de Orihuela han sido sometidas a condiciones metamórficas en algún momento de su historia geológica. Algunas investigaciones indican que alcanzaron aproximadamente 360ºC (se considera que el metamorfismo comienza a los 200ºC) y 9 kilobares de presión; estos datos reflejan que las rocas que hoy vemos en la superficie en las sierras de Orihuela y Callosa estuvieron bajo tierra a más de 20 km de profundidad. Si las condiciones geológicas hubiesen sido las habituales, las rocas carbonatadas de la sierra de Orihuela deberían haberse transformado en mármoles, y tendrían un grado de recristalización o cristalinidad como, por ejemplo, los mármoles de Macael en la provincia de Almería o los de Carrara en Italia. Sin embargo, se tuvieron que dar unas condiciones muy especiales porque estas rocas carbonatadas siguen teniendo un aspecto similar al de rocas sedimentarias como las calizas y las dolomías. Por tanto, nos encontramos ante un caso curioso en el que rocas carbonatadas que han sufrido condiciones metamórficas (deberían ser mármoles) todavía mantienen el aspecto original de las rocas sedimentarias. De ahí que en algunas publicaciones sobre la Sierra de Orihuela se clasifiquen sus rocas carbonatadas como calizas y/o dolomías, y en algunas ocasiones se les añada el adjetivo marmóreas para indicar que tienen un grado de recristalización algo mayor que el de una roca sedimentaria típica.

La desecación del Mar Mediterráneo. Sobre el fondo rocoso de las llanuras abisales de la cuenca mediterránea se han localizado importantes acumulaciones de evaporitas (yesos, halita y otras sales) de edad Messiniense. El singular acontecimiento paleoceanográfico que condujo a su formación recibe el nombre de “Crisis de Salinidad Messiniense”. En la provincia de Alicante, la “Crisis de Salinidad Messiniense” ha quedado bien registrada en la cuenca del Bajo Segura. En el margen norte de esta cuenca se reconocen dos superficies de discontinuidad que representan dos eventos erosivos asociados a dicha crisis. La primera de ellas corresponde a una modesta caída del nivel del mar, que provocó la formación de las evaporitas (fundamentalmente yesos) del margen sur de la cuenca. La segunda, de mayor envergadura, sería sincrónica con el depósito de las evaporitas del centro de la cuenca mediterránea y con la formación de cañones submarinos en sus márgenes. Sobre esta superficie de discontinuidad aparecen materiales margosos del Plioceno Inferior que representan la restauración de las condiciones marinas en todo el Mediterráneo.

La colisión del Continente Mesomediterráneo e Iberia

Figura 3. Bloque 4.

El continente Mesomediterráneo, al desplazarse hacia el oeste, terminó por encontrarse con Iberia, contra la que colisionó. Esto ocurrió hace 19-20 millones de años. Las rocas que había en la zona de colisión de ambos ámbitos, tanto las del sur de Iberia como las del continente Mesomediterráneo, se deformaron intensamente, plegándose y fracturándose (figura 3, bloque 4). Fue entonces cuando estas rocas comenzaron a elevarse y a emerger progresivamente formando la cadena de montañas que se conoce como Cordillera Bética. El desplazamiento del Continente Mesomediterráneo continuó hasta hace aproximadamente 8 millones de años, cuando se detuvo, quedando en parte soldado definitivamente al sur de Iberia (figura 3, bloque 5; figura 8). Este fragmento del continente Mesomediterráneo soldado a Iberia es lo que actualmente se conoce como Zona Interna de la Cordillera Bética (figura 8) y sus rocas constituyen, entre otras, los relieves de las sierras Nevada, Filabres, Gádor, Lújar, Tejeda, Almenara, etc., además de las sierras de Callosa y de Orihuela y la Isla de Tabarca. A la vez que todo esto ocurría en el sur de Iberia, el Oceano del Tethys se fue cerrando de forma paulatina, ya que la Placa Africana se desplazaba poco a poco hacia el norte.

Figura 3. Bloque 5.

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