Senderos de la Roca - Guía de Escalada de la Provincia de AlicanteSenderos de la Roca - Guía de Escalada de la Provincia de Alicante

Marco geológico


Para explicar de manera sencilla pero rigurosa cómo se han formado las montañas por las que discurren las vías reseñadas en esta guía, deberemos centrarnos en dos aspectos básicos: en primer lugar hablaremos de la génesis de las rocas a las que tratamos de agarrarnos cuando escalamos y, seguidamente, veremos qué procesos han dado lugar a los relieves por los que subimos.

Desde el punto de vista geológico, la provincia de Alicante pertenece a la Cordillera Bética y podemos diferenciar básicamente dos dominios geológicos, que serán los grandes protagonistas de nuestra historia. Se trata de lo que los geólogos llamamos Zonas Internas y Zonas Externas. A las Zonas Internas pertenecen las sierras de Orihuela y Callosa, mientras que el resto de relieves de la provincia pertenecen a las Zonas Externas.

Las rocas más antiguas que afloran en la provincia de Alicante comenzaron a formarse hace más de doscientos millones de años, en el período de tiempo que conocemos como Triásico. En ese momento la geografía de nuestro planeta era muy distinta a como la vemos hoy día. En medio de lo que actualmente es el Mediterráneo había multitud de pequeños continentes que posteriormente desaparecieron; uno de ellos es el llamado Continente Mesomediterráneo, que se situaba entre África y la Península Ibérica. En este período de tiempo, mientras que los primeros dinosaurios colonizaban el planeta, el mar que rodeaba al Continente Mesomediterráneo estaba ocupado por una gran cantidad de organismos con conchas calizas que formaban arrecifes. Estos organismos, al morir, quedaron fosilizados generando así las rocas que componen las sierras de Callosa y Orihuela. El proceso que generó las rocas del resto de relieves de la provincia de Alicante es el mismo. Es decir, se generaron también por la acumulación de restos fósiles calizos, con la diferencia de que este segundo proceso ocurrió mucho después, en un intervalo que va desde los 130 a los 30 millones de años aproximadamente y en la zona del mar situada al sur de la Península Ibérica. De hecho, muchos de estos restos fósiles son visibles aún; basta con fijarnos un poco en ese canto que estamos agarrando para que nos sorprendamos al reconocer de qué está formado.

Pero ¿cómo es posible que rocas que se generaron bajo el océano aparezcan hoy día emergidas? Para entender esto tenemos que viajar de nuevo en el tiempo, hasta unos 65 millones de años atrás. En ese momento el Continente Mesomediterráneo comenzó a desplazarse hacia el oeste, hasta colisionar contra la Península Ibérica. Del mismo modo que se deforman dos coches al chocar frontalmente, los continentes también se deforman, pero a una escala mucho mayor. Se generan así pliegues y fracturas que son los responsables de las montañas que vemos a nuestro alrededor. Este fenómeno es conocido como la Orogenia Alpina, por ser también el responsable del levantamiento de la gran cordillera de los Alpes.

El último acto de esta larga función es la creación del paisaje que hoy día podemos disfrutar en la provincia de Alicante. De la misma manera que un escultor utiliza diferentes instrumentos para tallar los materiales de sus esculturas, la naturaleza utiliza distintas herramientas para modelar las montañas y dar lugar al paisaje. Con estas herramientas (los ríos, la lluvia, el viento...) la naturaleza erosiona poco a poco las rocas, configurando los diferentes escenarios en los que escalamos: cuevas, muros repletos de agujeros, zonas de bloques, placas pulidas, etc.

Como veis, la historia de nuestras montañas es larga y compleja, lo cual es un motivo más para que disfrutemos de ellas con el respeto que se merecen.

 

Iván Martín Rojas
Licenciado en Geología