Senderos Geológicos - Guía de Lugares de interés geológico de la Provincia de AlicanteSenderos Geológicos - Guía de Lugares de interés geológico de la Provincia de Alicante
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Dunas trepadoras fósiles de Serra Gelada


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¿Cómo llegar?

Las dunas eólicas trepadoras de Serra Gelada se encuentran adosadas a su acantilado marino. Desde varios lugares de la sierra y, por supuesto, desde el mar se reconocen con su singular tonalidad clara adosadas a los acantilados. El mejor lugar de observación es el mirador de la Torre de Seguró, en la Punta de Les Caletes. Para llegar a este punto hay que seguir la carretera que sale del Racó de l’Oix en Benidorm y que lleva hasta la torre (el último kilómetro y medio hay que realizarlo a pie pues no está permitido el paso de vehículos).

Interés geológico

Los depósitos cuaternarios de dunas eólicas reciben el nombre de eolianitas. Las imponentes acumulaciones de Serra Gelada son muy peculiares ya que están constituidas por dunas trepadoras, nombre que alude a su capacidad de ascender por pendientes fuertes. Es un tipo de duna poco frecuente y estos afloramientos se encuentran entre los más desarrollados del mundo, tanto por el volumen de arena acumulada como por la altura que alcanzan.

¿Dónde se ubica geológicamente?

Las dunas eólicas se acumularon durante el Cuaternario, más exactamente durante el Pleistoceno superior (hace menos de 75.000 años). Se encuentran adosadas al acantilado marino de la Serra Gelada, que es un relieve situado en la Zona Externa de la Cordillera Bética, más precisamente en el dominio Prebético. Las rocas que constituyen la sierra se formaron mayoritariamente

Descripción geológica

Los taludes al pie del acantilado de la Serra Gelada se encuentran cubiertos por grandes acumulaciones de arenas cuyo volumen se aproxima a los 16 millones de m3. Estos materiales arenosos fueron transportados por el viento y originaron dunas trepadoras capaces de ascender por pendientes tan elevadas como la del talud de la sierra y alcanzar los 200 m de altura sobre el nivel del mar.


Figura 2
En las condiciones actuales es imposible que aquí se formen dunas porque no existe la necesaria fuente de granos de arena. Hace 100.000 años el paisaje no debía ser muy diferente al que observamos en la actualidad. Sin embargo, hace unos 75.000 años se inició un descenso de temperaturas en el planeta, lo que se llama un periodo glaciar. El frío hizo que parte de las aguas marinas se acumulara en forma de hielo en los polos y, como consecuencia, el nivel del océano descendió y dejó al descubierto grandes extensiones de la plataforma continental, antes ocupada por las aguas y sobre la que se habían depositado importantes cantidades de arenas submarinas litorales. Una vez seca, la arena fue movilizada por el viento y se formaron dunas que avanzaron hacia el pie de la Serra Gelada. Una vez allí, fuertes vientos forzaron el ascenso de las dunas por el talud del acantilado. Hace 18.000 años un aumento planetario de temperaturas provocó la fusión de los hielos y el consiguiente ascenso del nivel del mar, que no tardó en alcanzar su posición actual.

SABÍAS QUE...?
En las dunas se encuentran fósiles marinos de grandes dimensiones como los Pecten jacobaeus o “conchas de peregrino” (de hasta 15 cm de diámetro) que fueron transportados y depositados junto a los granos de arena. Su presencia es una clara prueba de la gran velocidad que debieron tener los vientos responsables del ascenso de las dunas.


Figura 1

Figura 3

Figura 4

Otros puntos de interés geológico próximos:


Figura 5
Desde la misma Torre de Seguró se puede observar la Isla Mitjana (figura 3). Su escarpe marino representa la posición original de la gran falla, responsable de la formación del acantilado original, que hace 8 millones de años hundió el bloque situado hoy bajo las aguas (las mismas rocas que constituyen la sierra se encuentran sumergidas hacia el este, hundidas por una falla).

En el recorrido en barco a lo largo de los acantilados es posible realizar diferentes observaciones geológicas de interés que se describen detalladamente en el libro “Geología de Alicante” (Alfaro et al., 2004), en el folleto divulgativo publicado con motivo del Geolodía Alicante 09 y en www.geoalicante.com (figuras 4 y 5). Justo al final de la playa del Albir, en frente del monumento del ancla, afloran capas inclinadas del Cretácico en las que se pueden observar unas trazas fósiles muy peculiares (figura 6).