Senderos Geológicos - Guía de Lugares de interés geológico de la Provincia de AlicanteSenderos Geológicos - Guía de Lugares de interés geológico de la Provincia de Alicante
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El Cerro de la Cruz


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¿Cómo llegar?

El Cerro de la Cruz forma parte de las primeras estribaciones de la Sierra del Reclot, relieve situado al suroeste de la provincia de Alicante. Se encuentra a unos 2 km al oeste del casco urbano de La Romana, en la comarca del Vinalopó Mitjà. Se accede desde dicha población a través de la carretera CV-840, que enlaza las localidades de La Romana y La Algueña. La propia carretera atraviesa el cerro y transcurre en este tramo paralelo a la Rambla de La Romana, que separa el cerro de la Cruz de Sierra Pelada, parte de cuyo relieve también se incluye en el Lugar de Interés Geológico aquí descrito.

A los afloramientos mejor expuestos se puede llegar a través de sendos recorridos peatonales que parten a ambos lados de la CV-840, siendo el más emblemático el que recorre el Barranco de Las Cuevas. Los principales problemas de accesibilidad radican en el estacionamiento de vehículos para grupos numerosos, debido a la inexistencia de áreas apropiadas para tal fin y al intenso tránsito de vehículos pesados en la zona.

Interés geológico

El entorno del Cerro de La Cruz destaca por su interés paleontológico, debido a la abundancia, diversidad y excelente estado de preservación de fósiles de invertebrados marinos pertenecientes a diversos grupos: braquiópodos, crinoides, ammonites, belemnites... Posee también un significativo interés científico y didáctico por la continuidad de los materiales de la serie del Jurásico Inferior alicantino, ejemplificando de forma notable las relaciones entre los ambientes de depósito de los fósiles y los propios restos. La observación de discontinuidades (producidas por momentos en los que se interrumpió la sedimentación), representadas por superficies ferruginosas, y fracturas singulares y el poder analizar cómo se formaron y se han conservado los fósiles hasta nuestros días (procesos tafonómicos) subrayan, aún más si cabe, su interés.

¿Dónde se ubica geológicamente?

El Cerro de La Cruz se localiza en la Zona Externa de la Cordillera Bética, en particular en el dominio Subbético, muy cerca del contacto con el Prebético, que se observa en la propia Sierra del Reclot, de la que forma parte.

Los materiales que predominan en estos relieves son calizas de diversa naturaleza (masivas, con sílex, crinoidíticas, oolíticas…), aunque puntualmente podemos encontrarnos con materiales más margosos y costras compuestas por óxidos de hierro. Todos estos materiales pertenecen al Jurásico Inferior y Medio (entre 195 y 170 millones de años, aproximadamente).

Descripción geológica

El Cerro de la Cruz es un excelente ejemplo de la dinámica de depósito que se desarrolló en las elevaciones del fondo del mar que existía al sur de Iberia durante el Jurásico. Los afloramientos arrojan un gran número de fósiles invertebrados marinos: ammonites, braquiópodos, crinoides, belemnites, corales, bivalvos y gasterópodos, entre otros.

La peculiar forma de las restringidas concentraciones de algunos de estos fósiles (bolsadas) puede ser interpretada como diques neptúnicos (rellenos sedimentarios de fracturas o fisuras abiertas sobre el fondo marino). La fase de fracturación vinculada al desarrollo de estos diques estaría en relación con la compartimentación incipiente de la plataforma del Jurásico Inferior que había al sur de Iberia. Se pueden observar, en este sentido, numerosos ejemplos de fallas de diversas escalas (desde centimétricas a decamétricas).

En los afloramientos más cercanos a la cima del cerro se pone de manifiesto un singular nivel ferruginoso centimétrico que presenta una gran concentración de diversos géneros de ammonites de distinta edad (figura 5).

Figura 2. Reconstrucción paleoambiental del Cerro de La Cruz (Jurásico Inferior). Proliferan los organismos bentónicos en el fondo (braquiópodos, crinoides) junto a ammonites y belemnites en las zonas de mayor profundidad. Nótense las acumulaciones preferenciales en el pie del talud, resultado del transporte y depósito aprovechando irregularidades del fondo o rellenando fracturas.

SABÍAS QUE...?
Los fósiles del Cerro de la Cruz fueron ya citados por el paleontólogo y profesor Jiménez de Cisneros en 1906. Llama la atención la alusión, en los primeros trabajos de este autor, a la escasa cantidad de fósiles, aunque ya en 1912 apunta que, por indicación del párroco de La Romana, visita el paraje debido a la abundancia de fósiles, de cuyo estudio en detalle se ocupará posteriormente en más de una docena de trabajos. Sucesivamente, numerosos autores recientes han fijado buena parte de sus investigaciones en este enclave, en cuestiones de índole paleontológica, estratigráfica o tectónica, entre otras.

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Figura 1
Las fracturas y diques neptúnicos en los que se alojan concentraciones muy localizadas y abundantes de invertebrados fósiles marinos pueden observarse a lo largo de toda la Sierra del Reclot destacando en algunos parajes como La Solana o en las numerosas canteras que proliferan en el paisaje; también existen en relieves próximos, ya en la provincia de Murcia (Sierra de Quibas, Sierra de La Espada). Asimismo, niveles ferruginosos y fosfatados con una concentración elevada de restos fósiles (sobre todo ammonites, belemnites y braquiópodos) podemos hallarlos en las sierras de Crevillent, Orts y Los Frailes, relieves que limitan la depresión contigua a la de La Romana (“valle de los Hondones”).


Figura 3

Figura 4

Figura 5

SABÍAS QUE...?
En el nivel ferruginoso que conforma la costra existente cerca de la cima del Cerro de La Cruz se concentran, en tan sólo unos pocos centímetros, varios eventos de depósito de materiales y fósiles de ammonites que representan un intervalo de aproximadamente 10 millones de años (aunque esto no significa que los sedimentos allí presentes representen todo ese intervalo de tiempo, por procesos de reelaboración). Este reducido nivel ferruginoso se corresponde, en otros lugares próximos, con centenares de metros de espesor de unas calizas en las que se han instalado numerosas canteras para su explotación; es el famoso “Rojo Alicante”, que se extrae en varias canteras próximas.

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Figura 6
A tan sólo un par de kilómetros al oeste, siguiendo la misma carretera CV-840 en dirección a La Algueña, se encuentra la localidad de Rambla Honda, también conocida como “El Llosar”, reputada por su rica y diversa fauna de ammonites, braquiópodos y equinodermos del Jurásico Medio y Superior. Estos materiales vendrían a completar la serie jurásica que se inicia en el Jurásico Inferior del Cerro de La Cruz, ya que ambas localidades se encontrarían en continuidad estratigráfica relativa. Desde muy antiguo es conocida por la calidad de su piedra ornamental, y de ahí el nombre de “El Llosar”.

También a unos pocos kilómetros al oeste, siguiendo la misma carretera, en dirección a El Rodriguillo nos encontramos con una de las explotaciones de piedra ornamental de mayor envergadura del sureste peninsular, en Monte Coto, con calizas terciarias de la variedad “crema marfil”. Finalmente, en el mismo municipio hallamos, siguiendo la CV-840, el yacimiento diapírico de sal gema de Monte Cabezo en Pinoso, al que se le ha dedicado un capítulo específico en este libro. En cuanto a yacimientos fósiles de relevancia, el más próximo lo hallamos en la Sierra de Crevillent, en los renombrados yacimientos de macrovertebrados de esta sierra.

SABÍAS QUE...?
En el Cerro de La Cruz y en su vecino relieve de Sierra Pelada existen algunas especies fósiles de braquiópodos definidas y dadas a conocer por primera vez como nuevas para la ciencia en esta localidad, la cual sirve de referente a nivel mundial (localidad tipo). Esta circunstancia, junto a todas las singularidades paleontológicas descritas recomiendan el estudio en profundidad de la zona para dotarla en un futuro de un grado de protección adecuado (por ejemplo bajo la figura de Zona Paleontológica), de acuerdo a la Ley 4/1998, de 11 de junio, del Patrimonio Cultural Valenciano.